Los padres deben ser el modelo de salud para sus hijos para así poder evitar el alcoholismo juvenil, los padres deben promocionar entre sus hijos comportamientos sanos, como el cuidado de la alimentación y el deporte, y deben recriminar actitudes como el consumo de alcohol.
Estudios han demostrado que tan sólo un 20% de los adolescentes percibe una prohibición absoluta por parte de sus padres del consumo de alcohol.
Estudios han demostrado que tan sólo un 20% de los adolescentes percibe una prohibición absoluta por parte de sus padres del consumo de alcohol.
Por todo ello los progenitores han de destacar ante los hijos la importancia de mantenerse sanos, potenciando aquellas conductas que desean fomentar en ellos y evitando comportamientos poco saludables, en particular el consumo de sustancias como el alcohol, el tabaco y otras drogas..
Otro de los asuntos que los padres deben tener en cuenta es el manejo del dinero, ya que una parte importante de las asignaciones económicas que las familias dan a sus hijos para gastos personales se destina a la adquisición de bebidas alcohólicas, tabaco y hasta drogas.La prevención es un proceso educativo que debe empezar en el mismo hogar, ya que los padres son las primeras personas de referencia en el entorno de los menores y por tanto ejercen gran influencia sobre los hábitos de los hijos.
Otras de las pautas para la prevención es mantener una buena relación afectiva, la estimulación de la autoestima y la autoconfianza, el fomento del diálogo y la comunicación y la potenciación de sentimientos sociales positivos.
Algunos valores como la hipercom-petitividad, el individualismo, el hedonismo o el consumismo actúan de modo facilitador para el inicio al consumo de drogas. Se recomienda a la familia colaborar en la transmisión de valores como la libertad, el respeto a los demás, la solidaridad, la superación personal, que además de contribuir al crecimiento personal de los hijos, ayuda a prevenir el consumo de drogas.
En el problema del alcohol no podemos condenar a los jóvenes como únicos responsables, sino que todos somos responsables para educar y prevenir.La imagen que da la juventud actual bebiendo no corresponde con la realidad ya que son muchos los jóvenes implicados en la solidaridad, las artes, la cultura y la defensa de un mundo más justo.
Tomado de: Los padres frente al botellón
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