Lo que vamos a comentar y mostrar a
continuación es por demás elocuente. Como parte de su estrategia para destruir
la espiritualidad del pueblo adventista, Roma ha introducido, mediante sus
muchos infiltrados, imágenes
subliminales con mensajes satánicos o católicos en las imágenes de las revistas
y libros adventistas.
Esto
parece difícil de creer, pero los hechos están a la vista. Bien saben los
jesuitas, siempre muy estudiosos de la mente humana y de la manera de influir
en ella para el mal, que mediante los mensajes subliminales se puede afectar la
mentalidad en las personas sin que éstas lo noten. Pero ha llegado el tiempo en que todo
debe ser descubierto y expuesto. Veamos sólo algunas evidencias de los mensajes
subliminales, que bastarán como muestra.
La figura de la izquierda es muy
familiar para los adventistas, y es la tapa de uno de sus libros inspirados más
conocidos, “El Deseado de todas la gentes”, tal como se puede apreciar. El
recuadro blanco de la cabellera de Jesús ha sido ampliado a la izquierda, donde
claramente se puede observar un rostro satánico, parecido al de un simio,
mirando hacia el lado contrario al que mira Jesús, y con la boca abierta, como
hablando un mensaje. Si abrimos todo el libro y colocamos la contratapa al lado
de la tapa, notaremos que la gente de todas las naciones está dirigiendo su
mirada a Satanás, en un acto de adoración universal.
Podemos decir, además, que este rostro
de Cristo es una pintura católica. No es de extrañarnos, entonces, que contenga
mensajes subliminales satánicos. Este intento de colocar mensajes católicos que
dañen la mente en los libros de E. de White no es nuevo; ya en 1897 hubo una
tentativa semejante, que Elena de White denunció y rechazó con su habitual
energía:
“Deseo decirle que me he sentido
tristemente defraudada por los recortes preparados para libros como la Vida de Cristo (El Deseado de
todas las gentes). Considero que si el hermano "A" acepta tales
imágenes, sus ojos y gustos han perdido su agudeza mental. No puede esperar que
me agraden dichas reproducciones. Observe minuciosamente estas figuras y verá
que fueron copiadas de diseños católicos o fueron hechas por artistas
católicos. El cuadro de María tiene la fisonomía de un hombre, a Cristo se lo
representa con dos dedos prominentes mientras que los otros están cerrados, es
un símbolo totalmente católico y me opongo a esto. Veo poca belleza en los
rostros de las personas. Los paisajes y escenas de la naturaleza no son
censurables pero jamás podría descansar mis ojos sobre los rostros en el cuadro
sin sentir dolor.
“Preferiría no tener ninguna
ilustración antes que tener retratos que no son más que desfiguraciones de la
verdad. Ésta es mi opinión. ¿Dónde está el ojo discernidor? Sería mejor pagar
un precio doble o triple para tener ilustraciones que no perviertan los hechos,
si es que hemos de tenerlas. Hubiera preferido que no se esforzaran en poner
ilustraciones, sino más bien que distribuyeran el libro y permitieran que éste
hable por sí mismo. Considero que los rostros en esas escenas están tan
pobremente representados que es una perversión de los hechos.
“Si éste es el trabajo de
"A", no puedo aceptarlo como diseñador, y si él puede aceptar esas
representaciones, no puedo respetar ni honrar su juicio. No perjudique mi libro
con desfiguraciones que rebajan los hechos y el contenido que representa. El
hermano "A" necesita santificar sus sentidos para entender la
espiritualidad de la verdad. Es posible que esté estudiando las artes europeas,
pero en casi todos sus diseños se verán rasgos católicos.” (Carta 81a, 20 de
diciembre de 1897)
¿Quién era el “hermano A” que diseñó
ese rostro de Cristo y de María con evidentes tendencias católicas, que causó
tal reprobación en el Espíritu de Profecía? Es muy probable, por no decir casi
seguro, de que se trataba de un infiltrado católico, ya que esta perversa
estrategia católica viene practicándose desde hace ya siglos, para destruir la
fe de los hijos de Dios.
Pero si de aquel tiempo podemos decir
“muy probable”, en el caso de la tapa del “Deseado de Todas las gentes” de hoy,
sabemos por un lado de que su autor es católico, pero lo peor del caso es
¿quién autorizó la publicación de esa imagen? ¿Quién la propuso? Sin duda
alguna: infiltrados católicos. Ellos no tiene reparos en ignorar
voluntariamente las advertencias de E. de White. Son agentes de Satanás, y
están muy activos en preparar las mentes de los adventistas de hoy para recibir
pronto “la marca de la bestia”.
Veamos ahora otro caso de mensaje
subliminal satánico:
Las imágenes son claras. El recorte de
la derecha muestra, dentro del círculo, un rostro satánico en actitud de ira.
Precisamente en otro libro adventista muy importante, tal vez el más importante
y conocido: El Conflicto de los Siglos, o El Gran Conflicto. ¿Quién coloca estas
imágenes en los libros adventistas? ¿Gente cristiana? No, jamás un cristiano
procurará que la gente observe a Satanás. Estos son mensajes subliminales, que
a simple vista no se los notan, sino después de una muy cuidadosa observación.
El lector normal no los notará, pero afectarán su mente ciertamente, y harán
daño a su carácter cuanto más mire la imagen, porque nos transformamos a lo que
miramos, y esto es cierto también en los mensajes subliminales, que no son
percibidos en forma conciente, pero sí son recibidos por el subconsciente, que
después aflorará en la manera de pensar y en las acciones diarias.
“Así precisamente es cómo Satanás
procura aún la ruina del alma. Antes que el cristiano peque abiertamente, se
verifica en su corazón un largo proceso de preparación que el mundo ignora. La mente no
desciende inmediatamente de la pureza y la santidad a la depravación, la
corrupción y el delito. Se necesita tiempo para que los que fueron formados en
semejanza de Dios se degraden hasta llegar a lo brutal o satánico. Por la contemplación nos transformamos.
Al nutrir pensamientos impuros se le vuelva agradable” (...) “Satanás
emplea todos los medios posibles para popularizar
el delito y los vicios envilecedores.” (Patriarcas y Profetas,
pág 490)
Veamos un caso más, muy evidente:
Para muestra basta con estos tres
ejemplos. Pero cabe decir que hay mensajes subliminales satánicos y
pro-católicos en muchas publicaciones adventistas, así como en la música
adventista de producción más reciente. Sin duda alguna, la infiltración
católica ha alcanzado límites muy grandes, y puede decirse sin exagerar, que la
dirigencia adventista se ha convertido en “habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de
toda ave inmunda y aborrecible” (Apocalipsis 18: 2).
0 comentarios :
Publicar un comentario