CALIFICA ESTA ENTRADA:
¿Qué podemos hacer hoy ante tan triste
panorama de enfriamiento espiritual, mundalidad y el "olvido de las sendas antiguas" que vivimos en nuestras Iglesias? El Señor también lo tenía previsto: romper (“quebrar todo yugo”) con
la organización (las “líneas regulares”), unirse con los fieles, y organizarse
para servir a Dios como grupo independiente, pero muy dependiente del Señor,
buscando el prometido reavivamiento, la lluvia tardía del Espíritu Santo, y
preparándonos para dar el fuerte clamor final.
“Dios pide un reavivamiento y una
reforma. Las ‘líneas regulares’ no han cumplido con la obra que Dios desea. Que
un reavivamiento y reforma hagan cambios constantes. Algo se ha hecho en
estas líneas, pero que la obra no pare allí. ¡No! Quiebren todo yugo. Que el hombre
se despierte y se dé cuenta que tiene una responsabilidad individual.” “Lo que sucede actualmente es
suficiente para demostrar a todos los que tienen un verdadero espíritu
misionero, que las ‘líneas
regulares’ pueden ser un fracaso y una trampa. . . . No permitan que el egoísmo y la codicia
señalen el trabajo que debe realizarse para cumplir el gran y noble cometido
que Cristo ha dado a cada discípulo. Él, nuestro Señor y Maestro nos ha dado un
ejemplo de abnegación en su vida, de cómo debemos trabajar para avanzar el
reino de Dios” (Spalding Magan, pág.175).
“Que
los que desean seguir totalmente a Cristo salgan a trabajar, aun cuando eso
signifique pasar por alto la autoridad de los pastores y del presidente” (Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 369).
“Los que conocen la verdad serán
impulsados por el Espíritu Santo, y no tratarán de controlarlo ellos mismos. Si
se ajustan más las cuerdas, si las reglas se hacen más estrictas, si los seres
humanos siguen sometiendo más y más a sus colaboradores a los mandamientos de los
hombres, muchos serán impulsados por
el Espíritu de Dios para romper las cadenas, y asegurar su libertad en Cristo
Jesús” (Review and Herald, 23 de Julio, 1895).
“Por
lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo
inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis
hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” (2ª
Corintios 6:17,18).
Cuidado con el peligro de seguir
asistiendo a las iglesias donde se enseña el error. Y el error se puede enseñar
no solamente de manera directa, sino más peligroso aún, de manera indirecta,
mediante mensajes subliminales, a través de las imágenes, de la música, o de
palabras muy bien estudiadas, destinadas a causar impresiones en las mentes
para llevarlas al error y al engaño, tal como Roma lo desea. El Señor nos ha
advertido de abandonar a los líderes cuando llevan al rebaño por mal camino: “Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si
el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo”. (Mateo 15: 14). Y
también se nos ordena no asistir a las iglesias donde se enseña el error, entre
ellas, lamentablemente, hoy también la Iglesia Adventista:
“Me fueron mostrados aquellos que creen
poseer el último mensaje de misericordia y la necesidad que tienen de estar
separados de los que están bebiendo diariamente nuevos errores. Vi que ni los jóvenes ni los ancianos debían
asistir a sus reuniones; porque es malo alentarlos así mientras
enseñan el error que es veneno mortal para el alma, y mientras presentan como
doctrinas los mandamientos de los hombres. La influencia de tales reuniones no
es buena. Si Dios nos ha librado de tales tinieblas y error, debemos
destacarnos firmemente en la libertad con que nos emancipó y regocijarnos en la
verdad.
Dios siente desagrado hacia
nosotros cuando vamos a escuchar el error, sin estar obligados a ir;
porque a menos que nos mande a aquellas reuniones donde se inculca el error a
la gente por el poder de la voluntad, no nos guardará. Los ángeles dejan de
ejercer su cuidado vigilante sobre nosotros; y quedamos expuestos a los golpes
del enemigo, para ser entenebrecidos y debilitados por él y por el poder de sus
malos ángeles, y la luz que nos rodea se contamina con las tinieblas.
“Vi que no tenemos que desperdiciar
tiempo escuchando fábulas. Nuestros pensamientos no deben ser distraídos así,
sino ocuparse con la verdad presente y en la búsqueda de sabiduría, a fin de
obtener un conocimiento más cabal de nuestra posición, para que con mansedumbre
podamos dar razón de nuestra esperanza basándonos en las Escrituras. Mientras
que doctrinas falsas y errores peligrosos se inculcan en la mente, ésta no
puede espaciarse en la verdad que ha de preparar a la casa de Israel para que
subsista en el día del Señor”. (Primeros Escritos, pág. 124, 125).
Muy simple: lo que
siempre han hecho los hijos de Dios a través de los siglos cuando la iglesia
cae en la apostasía: reunirse en las casas, junto con otros fieles. “Porque donde están dos o tres congregados en
mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18: 20).
Si está
presente Jesús, ¿qué más puede faltar? Y por otro lado, en un gran templo, con
toda la pompa del culto, si no está presente Jesús, porque se enseña el error y
la apostasía, no hay nada que valga la pena, ni razón alguna para que vayamos
allí.
Apreciado hermano/a, que Dios te
bendiga mucho y guíe todas tus decisiones en tu servicio al Señor. Que puedas
experimentar pronto el reavivamiento y la reforma profetizados, recibir la
lluvia tardía, y pasar con éxito todas las pruebas finales hasta la segunda
gloriosa venida de Cristo. Y que por la gracia de Dios podamos vernos pronto en
la eternidad junto a Jesús. Amén
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