CALIFICA ESTA ENTRADA:
La perspectiva de Juan Pablo II, de
acuerdo a Malachi Martín, experto del Vaticano con respecto a grupos como los
adventistas del séptimo día, es la siguiente: Los adventistas se formaron,
según él, en un contexto de rebelión contra la autoridad y el privilegiado
poder de enseñanza de la iglesia romana. ¿En que se diferenciará la opinión actual del papa Benedicto XVI con respecto a la creencia del anterior papa? La agenda del papado con respecto a los movimientos protestantes y su eventual absorción y sometimiento al papado es la misma desde hace varios siglos desde la fundación de la Orden de los Jesuitas con el propósito de unificar todas las religiones cristianas en el seno de la Iglesia Católica.
Habiendo subido a gatas en el “avance de la caravana georreligiosa” de la iglesia papal, el adventismo ha permanecido donde desembarcó, reteniendo sus profundas objeciones a la autoridad y a la persona del papa.
Al echar una mirada a esta rebeldía, él toma la posición de que el adventismo “contiene algo de toda la revelación de Dios para su iglesia, la cual puso bajo el cuidado de Pedro. En el día de recompensa y castigo, que todos estos grupos esperan (incluyendo los adventistas), cualquiera sea el elemento de la verdadera religión que cada uno sostiene, sin duda serán integrados en una profesión de completa fe en Cristo” (The Keys of This Blood [Las llaves de esta sangre], pág. 287).
Observando cuidadosamente estas
declaraciones desde la perspectiva de la teología católica romana (que
definidamente no tiene la misma trama de los eventos del tiempo del fin que
nosotros) y la manera en que Martín define los términos internos y
contextuales, el Papa Juan Pablo II cree que el catolicismo romano absorberá al
adventismo del séptimo día.
Juan Pablo II sostenía que los grupos como el de los adventistas, “están destinados a sufrir una serie de impactos y mutaciones al adaptarse de grado o por la fuerza al nuevo globalismo que emana de otros grupos más poderosos. Es imposible que cualquiera de ellos (los grupos que difieren con Roma) pueda mantenerse con fuerza vibrante y progresiva, a menos que permitan que sus principios se amplíen más allá de los confines tradicionalmente observados. Los individuos entre ellos podrán por un tiempo mantenerse restringidos. Pero inevitablemente, como grupo tendrán que enfrentar alternativas extremas. O se globalizan realmente y por completo y son capaces de colaborar en edificar la estructura geopolítica o, como grupo, permanecen firmes, reducidos en números e influencia y finalmente pierden su identidad como parte operante en el nuevo orden” (Ibíd., p. 291, 292).
¿Qué está diciendo Juan Pablo II? El
adventismo debe someterse a su nuevo orden mundial o desaparecer. Y si Benedicto XVI que se le conoce desde el pasado como un pontífice radical (y recuerde estimado lector que antes de converitrse en papa, el estaba a cargo de la "Congregación para la doctrina de la fe" una fachada de lo que era antes y que en la historia conocemos como "La Santa Inquisición" quién es la responsable de por lo menos 80 millones de muertes en la edad media) y quién militó en las juventudes nazis de Hitler, ¿Qúe podremos esperar de las decisiones que tome actualemente este papa con respectos a movimientos protestantes como los adventistas?
Pero el adventismo
bíblico no se someterá ni desaparecerá. En medio de las más encarnizadas
persecuciones que jamás se hayan librado, recibirá el poder de la lluvia
tardía, dará el fuerte clamor y andará en la gloria que brilla del trono de
Dios.
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