Noemí, su gran amor, es una chica dulce, que a pesar de que fue prometida cuando todavía era bebé a Gideón, enfrenta a su padre por la amistad y el amor de Uriel. Cuando aún era chico, Uriel sorprendía a todos con su don de hacer lindas esculturas. Ya adulto, el muchacho se hizo muy conocido en la zona por su trabajo, y recibía encargos de todas las grandes ciudades da Galilea. Aunque viven un amor prohibido, Uriel e Noemí se encuentran a escondidas e intercambian promesas de amor eterno.
Gideón vuelve de Jerusalén ansioso para ver su amada y cuando llega descubre que ella estuvo todo el tiempo con el ciego que él tanto odia. Abadón, padre de Noemí, decide mandarla a Jerusalén con Gideón, para que ella viva con su tío. No satisfecho, Abadón decide matar a Uriel y para asesinarlo contrata a dos bandidos, quiénes no realizan el trabajo. Uriel parte para Jerusalén para buscar su gran amor y pasa por algunas dificultades hasta que encuentra a Jesús, quién le da un nuevo comienzo para su vida.
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